Autoaceptación: El arte de abrazar quien eres (luces, sombras y todo lo demás)

¿Te has parado a pensar cuántas veces al día te dices cosas como «debería ser más…»«no soy suficiente…» o «¿por qué no puedo ser como…»? Vivimos en un mundo que nos empuja a compararnos, a corregirnos, a esconder lo que no brilla. Pero hoy quiero recordarte algo: eres una obra de arte en proceso, no un error por corregir.

La autoaceptación no es un destino, sino el camino para vivir en paz contigo mism@. Y sí, sé que suena fácil… hasta que intentas hacerlo. Por eso, hoy vamos a desmontar mitos, practicar ejercicios sencillos y descubrir cómo el yoga y la filosofía nos enseñan a querernos sin condiciones. ¿Te sumas?


1. Autoaceptación ≠ Conformismo (¡Es todo lo contrario!)

Muchos piensan que aceptarse es rendirse. ¡Error! Imagina que quieres plantar un jardín: no puedes hacer crecer flores si niegas que la tierra existe. La autoaceptación es reconocer tu «aquí y ahora» para, desde ahí, crecer con compasión.

  • No es: «Soy así y ya está».
  • Sí es: «Soy así y desde aquí, elijo evolucionar«.

¿La clave? Dejar de castigarte por no ser «perfect@» y empezar a celebrar cada pequeño avance.


2. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptarnos?

La respuesta suele estar en tres trampas mentales:
1️⃣ Las redes sociales: Comparar tu vida real con los highlights de los demás.
2️⃣ Las expectativas externas: «Deberías tener X logros a los 30», «tu cuerpo debe lucir como…».
3️⃣ El crítico interior: Esa vocecita que te susurra «no lo haces bien» incluso cuando das el 100%.

Reflexión rápida:

«¿Tratarías a tu mejor amig@ con la misma dureza que te tratas a ti mism@? Si la respuesta es no… ¡ya tienes tarea!».


3. Filosofía y Yoga: Lecciones milenarias para quererte hoy

En la tradición del yoga, existe un principio llamado Santosha (contentamiento). No se trata de ignorar los problemas, sino de encontrar paz en medio de ellos. Como cuando sostienes una postura difícil y, en vez de frustrarte, respiras y dices: «Hoy, mi cuerpo llega hasta aquí… y está bien».

Y no olvidemos la sabiduría de la frase bíblica: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Si no te amas, ¿cómo amarás a los demás sin proyectar tus inseguridades? La autoaceptación es el cimiento de relaciones sanas y auténticas.


4. Ejercicio práctico: Meditación para soltar la autocrítica

Necesitas: 5 minutos, un espacio tranquilo y una actitud curiosa (no perfecta).

  1. Postura: Siéntate con la espalda recta y las manos sobre las rodillas. Cierra los ojos.
  2. Respiración: Inhala profundamente imaginando que absorbes aceptación. Exhala soltando juicios.
  3. Mantra mental: Repite en silencio: «Me permito ser como soy. Soy suficiente en este momento».
  4. Si surge resistencia: No la fuerces. Simplemente di: «Te veo, crítica… pero hoy elijo paz».

Bonus: Anota después cómo te sientes. ¿Más livian@? ¿Menos tensión en el pecho? Eso es el amor propio en acción.


5. Tres frases para recordar cuando la autoexigencia ataque

  • 🌟 «No tienes que ser perfect@ para merecer respeto… ni el tuyo propio».
  • 🌟 «Tus ‘defectos’ son solo partes de ti que piden ser abrazadas, no escondidas».
  • 🌟 «La persona más importante a la que debes aceptar… ya está en tu espejo».

Conclusión: Tu viaje comienza aquí

Aceptarte no es un acto de egoísmo, sino de valentía. Es elegir dejar de gastar energía en negar quién eres para invertirla en crecer desde el amor, no desde el miedo.

Y recuerda: no estás sol@. Todos luchamos con las mismas dudas, los mismos miedos. La diferencia está en quién decide parar, respirar, y decirse: «Hoy, me elijo a mí mism@».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
¿Necesitas Información?